miércoles, 23 de marzo de 2011

Escrito en el espejo

Escribo este post desde una agotada cafetería. Las gotas de lluvia golpean furiosamente contra la esfera de un reloj sin agujas... mientras sorbo el último resto de mi café. En la radio se escapan algunos versos de Sabina entre la habitual indiferencia de los hombres sin voz.
Parece que el día se empeñe en hacerme creer que los colores no existen, lo que haría confirmar el hecho de que aquel día todos tuviéramos los ojos oscuros. Pero nada podría impedir que acabara este pequeño habitante de mi memoria para ofrecérselo al huidizo lector que se esconde del otro lado del espejo.

Imagen: http://inmaplastica.wordpress.com/2011/02/22/como-empezar-el-proyecto/

domingo, 13 de marzo de 2011

Letanía

Sobre mi rumbo una cadencia de voces infantiles
en la voz que araña desde la inocencia
zapatos de charol cubiertos de sangre
sobre la sangre una herida indefinible
que se agrieta cada vez más honda
en la herida unos labios que se aparecen en la memoria
en la memoria un pez
sobre el pez la nostalgia
y sobre la nostalgia un mundo.

Trato de abandonarlo...
pero mi rumbo me persigue
las voces se rebelan
la sangre se escurre entre los dedos de mis pies
en una herida que se hace interminable
y la memoria se hunde
y la nostalgia busca su miedo
y yo solo me sigo buscando.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Huida

Desaparecí una mañana de noviembre. Me dio por pensar en aquel colgante de coral rojo que nunca la podría regalar. Y así, como quien pierde una moneda o una mascota, me extravie en aquel jardín japonés.

Jamás escogí el camino adecuado.